Envejecimiento saludable

El proceso de envejecimiento implica una serie de cambios a diferentes niveles: cognitivos, físicos, sexuales y sociales. Es un proceso por el que todas las personas pasamos, incluidas personas con discapacidad intelectual y/o síndrome de Down. Es precisamente en estas últimas donde este proceso se inicia de manera más temprana, siendo alrededor de los 35 años cuando comienzan los primeros síntomas. De esta realidad surge la necesidad de crear un programa de envejecimiento activo y saludable que promueva la vivencia de esta etapa vital con la mayor calidad posible.

Objetivos

Nuestro objetivo general es mantener y mejorar la calidad de vida de las personas con síndrome de Down y/o discapacidad intelectual, así como la de sus familias, proporcionando los apoyos necesarios para ello. De este objetivo general, derivan otros específicos tales como:

 

  • Ofrecer asesoramiento, orientación, atención y apoyo específico tanto a las personas con síndrome de Down y/o discapacidad intelectual y a sus familias y/o cuidadores.
  • Establecer un protocolo de detección precoz de deterioro cognitivo.
  • Aumentar la independencia y autonomía de las personas usuarias.
  • Promover la atención multidisciplinar, trasversal y coordinada.

¿Cómo lo hacemos?

Para el desarrollo óptimo del programa de envejecimiento, es necesario realizar labores de prevención, de detección ante un posible deterioro cognitivo, así como de intervención en diferentes áreas:

Estado de salud personal y necesidades médicas.

Necesidades afectivo-sexuales.

Ocio y tiempo libre.

Agentes implicados

Para poder cubrir las necesidades individuales de cada persona, es necesaria la implicación activa de diversos agentes

 

  • Familia y redes de apoyo.
  • Profesionales.
  • Entidades públicas y privadas.
  • Servicios sanitarios.
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