CENAS Y COMIDAS NAVIDEÑAS: ¿Cómo debo comer?

Nuevo artículo del programa de Voluntariado de la Asociación Síndrome de Down de Castellón.

Aprovechando que entramos en la Navidad y se acercan las reuniones familiares, reencuentros con amigos/as y personas queridas que hace tiempo que no vemos, hemos querido contar en con Mónica Gual, dietista y voluntaria en la Asociación Síndrome de Down de Castellón.

 

Esta época viene cargada de turrones, mazapanes, tartas y roscones de Reyes, y al final, como regalo nos llevamos un par o tres kilos de más y una suscripción al gimnasio para perder esa grasa extra que nos ha aparecido. 

La Navidad es una época para disfrutar del ambiente que se genera; de las comidas y cenas que nos surgen, sin preocuparse de si se hará algún extra porque la cantidad y el tipo de comida que se vaya a consumir en ciertas fechas señaladas no es la más adecuada para nuestro día a día. 

 

El año tiene 365 días. ¿Deberíamos preocuparnos de 3, 4 o 5 comidas puntuales, cuando lo realmente importante es lo que hagamos la mayor parte del tiempo durante el resto del año? 

Desde las principales guías alimentarias, se recomienda que los alimentos que deben ser la base de nuestra alimentación diaria sean las verduras, frutas, cereales integrales y legumbres, complementándolas con frutos secos y pescados, y en menor cantidad carne blanca, lácteos y huevos, evitando al máximo las carnes rojas y procesadas y los alimentos con azúcares añadidos como son los productos de bollería y los dulces.  

 

Si la mayoría de las comidas que hacemos durante la semana son adecuadas, no hay porque preocuparse de las comilonas puntuales que se pueden generar en las diferentes celebraciones y festivos que hay durante el año. En Navidades podemos disfrutar del dulce y de los aperitivos sin problemas, siendo conscientes de lo que estamos tomando, para evitar los excesos y posibles malas digestiones y molestias gastrointestinales posteriores por la cuantía de comida ingerida.  

Por ello, vamos a sugerir algunos consejos, para disfrutar de las comidas navideñas, sin privarse por completo, pero también sin comer tampoco en demasía

1. Evitar saltarse comidas para evitar llegar con hambre al evento en cuestión, ya que esto podría favorecer que se coma de forma desmedida.  

 

2. Como aperitivos se pueden buscar opciones que sean saciantes que incluyan verduras, como podrían ser cremas o sopas; elaborar ensaladas completas con frutos secos y alguna fruta deshidratada; o algún incluir algún tipo de marisco de entrante. Como principales siempre es buena opción algún guiso o pescado al horno con una guarnición de verduras y patatas.  

 

3. Es fundamental comer con tranquilidad y sin prisa, saboreando y masticando bien la comida, pues eso favorecerá que aumente la saciedad y que no consumamos una cuantía muy grande de comida. Asimismo, eso ayudará a tener una mejor digestión y evitará posibles molestias estomacales. 

 

 

4. Cuando llegue el postre, para evitar tomarlos en exceso, en lugar de poner al centro de la mesa una bandeja llena de turrones, sería una buena opción poner algo variado, pero en menor cantidad, y elegir el polvorón o turrón que más le guste a cada uno, y retirar lo que ha sobrado, para evitar la tentación de coger más, ya que las sobremesas se suelen alargar varias horas.  ç

5. El día se haya realizado algún tipo de cena o comida especial, no se debe intentar compensar y no comer al día siguiente. Hay que seguir con el patrón alimentario habitual, priorizando los alimentos que se han nombrado previamente (frutas, verduras, legumbres…), y comer en función del hambre que se sienta. 

 

6. Si se tiene una rutina de ejercicio, seguir cumpliéndola de la misma forma que siempre, sin intentar compensar por los excesos realizados el día de Nochebuena o año Nuevo. Un paseo con la familia por la tarde después de comer mientras se charla de forma distendida, es un plan perfecto para mantenerse en movimiento y mejorar la digestión de las comidas. 

 

7. Se debe ser cauto respecto a las bebidas alcohólicas y refrescos azucarados para no consumirlas en exceso, ya que en estas celebraciones suele aumentar su consumo y son alimentos muy calóricos que son perjudiciales para la salud. No se trata de privarse de todo este tipo de bebidas, pero se debe tener moderación al tomarlas. Será muy importante hidratarse adecuadamente durante el resto del día, priorizando el agua, siendo también buenas opciones las infusiones o el café.  

 

En definitiva, no es cuestión de abstenerse de los placeres que nos brindan las comidas navideñas. Comer tiene la principal función de nutrir nuestro cuerpo, pero también nos produce un placer y disfrute el saborear los platos y poder deleitarnos con sabores nuevos. Centrémonos en eso, sin culpa, pero también, sin que nos domine la gula. 

 

Agradecemos los consejos que nos da Mónica para poder disfrutar de estas fiestas. Ha sido un placer contar con ella para este artículo dentro del Programa de Envejecimiento Saludable.

 

Permaneced atentos/as a la última reseña que publicaremos antes de año.

 

 

Programa de Envejecimiento Saludable

Asociación Síndrome de Down de Castellón